Antes de hablar de la luz roja, es importante comprender el espectro completo de la luz.
La luz solar está compuesta por diferentes longitudes de onda que se clasifican en rayos ultravioleta (UV), luz visible e infrarroja (IR). Cada una de estas interactúa de forma única con nuestra piel y el organismo:
- Los rayos UV tienen una penetración superficial y son esenciales para la producción de vitamina D, pero en exceso pueden causar daño celular.
- La luz visible, que incluye los colores que percibimos a simple vista, tiene una penetración moderada y regula procesos importantes como el ritmo circadiano.
- Por otro lado, la luz roja y la luz infrarroja cercana (NIR), que tienen longitudes de onda más largas, penetran más profundamente en la piel, llegando incluso a tejidos internos.
A continuación, puedes ver una representación gráfica del espectro de la luz solar y sus diferentes longitudes de onda:
Esta capacidad de penetración varía según el tipo de luz. Mientras que los rayos ultravioleta se quedan en la superficie, las longitudes de onda más largas, como las del espectro rojo e infrarrojo, atraviesan las capas más profundas de la piel, donde pueden interactuar con las mitocondrias y otros componentes celulares.
La siguiente imagen muestra cómo diferentes tipos de luz se absorben a diferentes profundidades en la piel:
Incidencia de la luz en la piel, captación de la reflexión de la luz por el espectrofotómetro y traducción de la información en una curva espectral por un computador. Fuente: Centro de Investigaciones Médicas y Biotecnológicas, Universidad de Carabobo (CIMBUC).
¿Qué es la terapia de luz roja?
La terapia de luz roja, también llamada fotobiomodulación (PBM), es un tratamiento no invasivo que utiliza luz en el espectro rojo (620-700 nm) y cercano al infrarrojo (700-1440 nm) para mejorar diversas condiciones de salud. Su funcionamiento se basa en que las células absorben los fotones de la luz, especialmente a través de una enzima clave llamada citocromo c oxidasa, que se encuentra en las mitocondrias. Esto estimula la producción de ATP, la principal fuente de energía celular, y desencadena procesos como la generación controlada de oxígeno reactivo y cambios en los niveles de calcio intracelular. Estos mecanismos activan vías de señalización que promueven la regeneración celular, la reparación de tejidos y la reducción de la inflamación.
¿Cuáles son los beneficios de la terapia de luz roja?
1. Promueve la salud de la piel
- Mejora la calidad y elasticidad de la piel.
- Reduce arrugas, líneas de expresión y cicatrices.
- Favorece la cicatrización de heridas y disminuye las manchas.
Este estudio investigó los efectos a largo plazo de la irradiación infrarroja en rangos de 1100 a 1800 nm sobre el colágeno y la elastina en tejidos humanos. Se encontraron aumentos significativos en los niveles de colágeno tipo I hasta los 30 días en piel protegida del sol y hasta 60 días en piel expuesta al sol. Para el colágeno tipo III y la elastina, los aumentos persistieron hasta los 90 días en ambas áreas de la piel.
PMID: 24049929
2. Optimiza la producción de energía celular
La luz roja y el infrarrojo cercano estimulan las mitocondrias, mejorando su capacidad para producir ATP (energía celular). Esto se traduce en:
- Mayor energía y reparación celular.
- Reducción del estrés oxidativo e inflamación.
- Recuperación más rápida y menor fatiga muscular.
- Protección cerebral y retraso del envejecimiento celular.
En este estudio, se encontró que la exposición a luz infrarroja cercana (670 nm) mejora significativamente la función mitocondrial en tejidos envejecidos, como la retina y el cerebro, al aumentar la producción de ATP y reducir marcadores de estrés oxidativo, como la acroleína. En modelos de ratones viejos, la terapia redujo la inflamación relacionada con la edad en la retina, asociada con un aumento en la actividad de la citocromo c oxidasa (COX), una enzima clave en la respiración mitocondrial.
3. Reducción del dolor e inflamación
- Alivia dolores musculares y articulares.
- Útil en condiciones como artritis, tendinitis y dolor crónico.
- Disminuye la inflamación al mejorar la función mitocondrial y activar vías celulares que promueven la reparación.
Es efectiva para tratar afecciones inflamatorias como artritis y tendinitis, así como para aliviar dolores musculares y articulares. Actúa reduciendo mediadores inflamatorios a nivel celular.
En este estudio, la terapia de luz roja demostró beneficios en el tratamiento de la artritis reumatoide (AR) al reducir el dolor en 1.10 puntos en la escala analógica visual, disminuir la duración de la rigidez matutina en 27.5 minutos y aumentar la flexibilidad de la mano en 1.3 cm, en comparación con el placebo.
4. Rendimiento físico y recuperación muscular
- Acelera la recuperación después del ejercicio o lesiones.
- Aumenta la fuerza muscular y la resistencia.
La exposición a luz roja puede aumentar la capacidad muscular, reducir la fatiga y acelerar la reparación tras entrenamientos, según diversas investigaciones en deportistas de alto rendimiento.
En este estudio, la Terapia de Fotobiomodulación (PBMT) mejoró el rendimiento y aceleró la recuperación en jugadores de rugby de alto nivel, reduciendo el tiempo de sprints, el índice de fatiga, los niveles de lactato en sangre y la percepción de fatiga durante una prueba de campo.
5. Crecimiento del cabello
- Estimula los folículos capilares, ayudando a combatir la caída del cabello.
La terapia de luz roja, en el rango de 650–660 nm, ha demostrado ser eficaz para estimular el crecimiento del cabello en personas con alopecia androgenética.
En esta revisión de diez ensayos controlados aleatorizados mostró que la Terapia Láser de Bajo Nivel (LLLT) es efectiva para tratar la pérdida de cabello de patrón en hombres y mujeres, aumentando significativamente el diámetro o la densidad del cabello (p < 0.01) en comparación con dispositivos placebo.
6. Salud cerebral
- Mejora la función cognitiva y puede ayudar en casos de lesiones cerebrales.
La terapia de fotobiomodulación (PBM) ha mostrado potencial en el tratamiento de trastornos como la demencia, el accidente cerebrovascular, el trauma cerebral, la enfermedad de Parkinson y la depresión. También se ha observado que puede mejorar las funciones cognitivas en individuos sanos.Sin embargo, uno de los desafíos principales es la penetración limitada de la luz a través del cráneo, lo que ha llevado a explorar métodos alternativos de entrega, como las aproximaciones intracraneales e intranasales.
Estudios preclínicos y clínicos han demostrado que la PBM puede mejorar la función mitocondrial en modelos de hipoxia aguda, normalizando la respiración mitocondrial y la polarización de la membrana interna. Además, en estudios con humanos, se ha observado que la aplicación transcraneal de luz roja/NIR puede mejorar el rendimiento cognitivo en pacientes con lesiones cerebrales traumáticas leves crónicas, así como mejorar el flujo sanguíneo cerebral regional y la oxigenación tisular.
¿Cómo funciona?
La luz roja penetra en la piel y es absorbida por una enzima clave llamada citocromo c oxidasa, presente en las mitocondrias. Esto activa procesos de reparación celular que promueven la regeneración, reducen la inflamación y aumentan la producción de energía en el cuerpo.
¿Es segura?
Sí, la terapia de luz roja es considerada segura y bien tolerada. El efecto secundario más común es un enrojecimiento temporal de la piel, que desaparece rápidamente. Sin embargo, siempre es recomendable seguir las indicaciones del fabricante o consultar con un especialista antes de usarla.
¿Cómo usar la luz roja y cuándo se ven los beneficios?
La terapia de luz roja es sencilla y puede aplicarse en casa con dispositivos específicos o en clínicas especializadas. Aquí te dejo una guía básica para usarla correctamente:
¿Cómo usarla?
- Distancia: Colócate a unos 15-30 cm de la fuente de luz roja o infrarroja, según lo recomendado por el fabricante.
- Duración: Las sesiones suelen durar entre 10 y 20 minutos, dependiendo del área tratada y la intensidad del dispositivo.
- Frecuencia: Se recomienda usar la luz roja 3 a 5 veces por semana para obtener resultados óptimos.
- Áreas del cuerpo: Puedes aplicarla en zonas específicas según el objetivo:
- Rostro: Para mejorar la piel y reducir signos de envejecimiento.
- Músculos y articulaciones: Para aliviar dolor o favorecer la recuperación.
- Cuerpo en general: Para mejorar energía y bienestar.
¿Cuándo se ven los beneficios?
- Los primeros efectos pueden notarse después de 2 a 4 semanas de uso constante.
- Mejoras en la piel, como una apariencia más luminosa o reducción de arrugas finas, suelen aparecer en un mes.
- En casos de dolor muscular o articular, algunas personas sienten alivio tras pocas sesiones.
- Para resultados más profundos, como regeneración celular o reducción de inflamación, puede tomar entre 6 y 12 semanas.
Recomendaciones adicionales
- Usa dispositivos certificados para asegurar una longitud de onda efectiva (620-700 nm para luz roja y 700-900 nm para infrarroja).
- Sé consistente con las sesiones para maximizar los beneficios.
- Protege los ojos si la luz es muy intensa o no tiene filtro adecuado.
La clave está en la regularidad. La terapia de luz roja no produce resultados instantáneos, pero su uso constante puede ofrecer grandes mejoras a largo plazo.
Contraindicaciones del uso de luz roja
La terapia de luz roja es generalmente segura, pero hay algunas precauciones a considerar:
- Embarazo: Aunque no hay suficiente evidencia que indique efectos negativos, es recomendable evitar la terapia durante el embarazo por precaución.
- Cáncer de piel o lesiones cutáneas: Si tienes un diagnóstico de cáncer de piel o si tienes afecciones cutáneas graves, como dermatitis o infecciones activas, es mejor evitar el tratamiento o consultarlo con un dermatólogo.
- Condiciones oculares: Aunque la terapia de luz en general se considera segura para los ojos, se recomienda precaución en personas con enfermedades oculares preexistentes o que estén tomando medicamentos fotosensibilizantes. En estos casos, se sugiere un monitoreo oftalmológico regular.
- Tiempo de exposición excesivo: Aunque la luz roja es generalmente segura, un uso excesivo o sesiones demasiado largas podrían causar irritación o enrojecimiento de la piel. Es importante seguir las recomendaciones del fabricante o de un profesional.
- Uso en combinación con otros tratamientos: Si estás utilizando otros tratamientos dermatológicos o fisioterapéuticos, asegúrate de que no haya interacciones entre estos y la luz roja. Consulta con tu médico si tienes dudas.
Condiciones médicas: Si tienes alguna condición médica preexistente, como problemas hormonales o trastornos de la tiroides, es aconsejable hablar con un médico antes de comenzar con la terapia de luz roja.
Lo que se debe evitar antes de usar luz roja
- Bloqueador solar: Es recomendable evitar el uso de bloqueadores solares justo antes de la sesión de luz roja, ya que podrían reducir la eficacia de la luz al actuar como barrera física.
- Cremas o productos tópicos con ingredientes activos: Evitar aplicar cremas con retinol, ácidos o productos que puedan aumentar la sensibilidad de la piel justo antes de la terapia, ya que podrían irritar la piel al estar expuesta a la luz. Es mejor esperar unas horas después de su aplicación antes de usar la luz roja.
Evitar mirar directamente a la luz: Evita mirar directamente a la fuente de luz intensa para prevenir incomodidad o daño ocular. Siempre es recomendable usar gafas protectoras durante la sesión si la luz está cerca de la cara.
¿Qué falta por investigar?
Aunque muchos estudios respaldan sus beneficios, se necesitan investigaciones más amplias para confirmar su eficacia en diferentes aplicaciones clínicas.